Boris Mochnáč ha sido nombrado presidente y aprobado por la Asamblea General en abril de 2018. Ha sido un placer entrevistarle y así conocer mejor su interesante trayectoria profesional y personal, sus retos como presidente de la Cámara y como dueño de su propia empresa.
1.- Boris, cuéntenos un poco sobre usted. Hemos oído que nació en Eslovaquia.
Sí, nací en Eslovaquia, donde vivimos hasta mis cinco años de edad. Después, por motivos de trabajo de mi padre, nos mudamos a Praga, donde empecé a ir al colegio. Entonces Praga era la capital de Checoslovaquia y era muy habitual que la gente se desplazara por trabajo allí. Desde los 10 años vivimos en Bogotá, Colombia, porque mi padre trabajó como diplomático en ese país y posteriormente también en Lima, Perú. De aquellas estancias maravillosas me viene el conocimiento del idioma español y mi amor por lo hispano. Con 21 años vine a estudiar a Madrid en la Universidad Complutense gracias a un programa de becas junto con otros compañeros checos y eslovacos. Terminé mis estudios de Ciencias Empresariales, conocí a la que hoy es mi mujer y ya me quedé a vivir y trabajar en España.
2.- Aparte de presidente de la CCHC, también es dueño de su propia empresa. ¿Nos puede decir a qué se dedica su empresa?
Durante toda mi vida profesional me he dedicado a los negocios entre España, la República Checa y Eslovaquia. Primero a la importación a España de diversos productos tales como cristal de Bohemia, productos metalúrgicos, fabricación sobre pedido, etc. Poco a poco, los negocios de importación y exportación se han ido convirtiendo en consultoría de comercio exterior e internacionalización de empresas. En el año 2003 creamos en la República Checa junto con socios españoles la empresa Finespa CZ, especializada en el asesoramiento y promoción de comercio exterior e internacionalización de empresas con enfoque multisectorial. Desde esta empresa nos dedicamos asimismo al asesoramiento en procesos de adquisiciones e implantaciones de empresas y búsqueda de socios estratégicos. Desde el año 2004 hasta el 2011 me trasladé con mi familia a Praga para poder llevar a cabo los distintos proyectos, sobre todo para las empresas españolas que se implantaban en el mercado checo. En sus 16 años de historia, Finespa CZ ha trabajado para más de 100 empresas españolas de diversos sectores, sobre todo del sector de automoción, vinos y alimentación, moda y complementos, entre otros. En especial me gustaría destacar el sector inmobiliario, para el cual hemos realizado varios proyectos en Praga y en otras ciudades checas.
3.- ¿Con qué expectativas y retos asume su nuevo papel de presidente de la Cámara de Comercio Hispano-Checa?
Me gustaría decir que para mí es un honor ser presidente de la Cámara de Comercio Hispano-Checa y agradezco a la Junta de la mismala confianza que ha depositado en mí. Con Finespa CZ como uno de los socios fundadores, he estado desde su creación, hace apenas cinco años, involucrado en las actividades de la Cámara y debo decir que la evolución ha sido muy significativa sobre todo en los últimos tres años. Esto se debe al gran entusiasmo y profesionalidad con los equipos de la Cámara que trabajan bajo la dirección de Jitka Loucká, a quien agradezco su dedicación. En estos momentos ya tenemos tres sedes oficiales en Madrid, Praga y Valencia y esperamos poder abrir alguna sede más en España.
Nos gustaría entablar colaboraciones más estrechas con las cámaras de los países del Grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, Eslovaquia, República Checa) y especialmente estrechar lazos con la Cámara de Comercio Hispano-Eslovaca que tiene su sede en Bratislava, porque creemos que podemos tener muchas sinergias que en definitiva benefician a las empresas que operan en dichos mercados.
Otro de nuestros retos es que la Cámara tenga cada vez más miembros y en especial empresas checas, porque por el momento prevalecen las empresas españolas. También nos gustaría que entraran a formar parte de la Cámara las empresas españolas del sector de la automoción que tienen plantas productivas en la República Checa debido a la gran importancia de este sector en ambos países.
4.- ¿Según su opinión, dónde ve más el valor añadido que la CCHC ofrece para una empresa que decida formar parte de la CCHC?
Yo creo que el principal valor añadido que ofrece la Cámara a una empresa es que puede ser su guía en la entrada a nuestros mercados, ya sea para una implantación productiva, para buscar clientes o proveedores, para realizar inversiones, etc. La Cámara en sí puede proporcionar servicios personalizados de todo tipo que ahorran a las empresas costes de internacionalización y tiempo. No es lo mismo entrar en un mercado por tu cuenta que ir de la mano de alguien que conoce el mercado, los idiomas, las costumbres y la forma de hacer negocios de cada país.
Los socios de la Cámara son en su mayoría profesionales o empresas de distintos ámbitos de los negocios y esto también sirve como una plataforma de intercambio de servicios y experiencias. En los distintos eventos que organiza o en los que participa la Cámara se da visibilidad a los miembros.
A mí me gusta decir que la Cámara es como un club de gente con intereses e inquietudes similares ya sea en el ámbito de los negocios y la cultura, familiar o social.
Por último y no menos importante, está la dimensión institucional de la Cámara. Gracias a las buenas relaciones que mantiene con las instituciones públicas, tales como embajadas, oficinas comerciales, Cámaras de Comercio Europeas, etc., los miembros de la Cámara reciben una interlocución y un apoyo más directos de estas instituciones.
5.- ¿Cuando tiene tiempo libre y no trabaja, a qué se dedica?
Me queda poco tiempo libre, porque actualmente estoy involucrado en muchos proyectos interesantes, pero cuando lo tengo me gusta salir en bicicleta MTB con un grupo de amigos. También juego al tenis con mi hijo y de vez en cuando esquiamos. Con mi mujer nos gusta ir al cine, al teatro, próximamente tenemos entradas para un musical.
Gracias a mi trabajo viajo mucho y me gusta conocer la gastronomía de los lugares que visito. Hace poco estuve con un grupo de empresarios checos visitando bodegas de La Rioja y el año pasado fuimos a la Ribera del Duero. Creo que el enoturismo es una actividad que me está empezando a gustar. Viajamos también en familia, cada vez que podemos hacemos escapadas tanto por España como por Europa.