En 2024, la República Checa experimentó un crecimiento del 1,1% en su Producto Interior Bruto (PIB), alcanzando los 318.853 millones de euros. Este aumento es moderado en comparación con 2023, cuando el PIB cayó un 0,1%, dando una señal positiva para la economía checa. En comparación con España, cuya economía creció 3.2% respeto a 2023, el crecimiento de la economía de la República Checa es más contenido. El PIB per cápita en Chequia alcanzó 29.280 euros, (inferior a España, que ronda 32.630 euros), situando Chequia en puesto 42 en el ranking de los 196 países donde se publica este dato.
El crecimiento económico de la República Checa en la última década ha sido constante. En 2014, el PIB per cápita era de 14.140 euros, y desde entonces ha mostrado un crecimiento sostenido. Un factor importante en este auge del útimo año fue turismo, que se ha consolidado como un motor fundamental para la economía. Además, la calidad de vida, la gastronomía y las tradiciones del país atraen a millones de turistas cada año, lo que impulsa tanto la actividad económica como el empleo en el sector de servicios. A parte de turismo y sectores asociados (alojamiento, restauración), el crecimiento del último año se debe también al comercio y al sector de transporte.
El saldo del comercio exterior de bienes y servicios alcanzó los 129.200 millones de coronas checas a precios corrientes, lo que supone 5.100 millones más que en el mismo periodo del año anterior. En esta evolución influyó sobre todo el crecimiento de las exportaciones de instrumentos electrónicos y ópticos y de material eléctrico. En cambio, disminuyeron las exportaciones de maquinaria y equipo y de vehículos de motor.
La previsión para los próximos años apunta a un crecimiento moderado, con un aumento del 2% en 2025 según banco nacional checo (2.7% según el Banco de España). El crecimiento económico debería verse impulsado principalmente por el consumo de los hogares y el gasto en inversión en Chequia. La razón detrás del optimismo es bajada de la tasa media de inflación (estimada alrededor de 2.4% en 2025) y la reducción de los tipos de interés que hará más atractivas las inversiones en inmuebles, bonos y acciones.
Se espera que el año 2025, traiga consigo nuevas condiciones positivas para una mayor expansión y crecimiento. La estabilización de los indicadores económicos y la renovada confianza en la economía sugieren que la evolución puede ser menos sombría de que se esperaba aún dentro del panorama geopolítico más frágil.