Toyota ha anunciado una inversión estratégica de 680 millones de euros destinada a la ampliación y modernización de su planta en Kolín, República Checa, con el objetivo de fabricar su primer vehículo 100 % eléctrico de batería en el continente europeo. Esta decisión supone un hito dentro de la estrategia global de la compañía, orientada a reforzar su presencia en el mercado europeo y acelerar la transición hacia una movilidad sostenible.
El proyecto contempla la expansión de las instalaciones desde los 152.000 m² actuales hasta un total de 173.000 m². Entre las principales novedades se incluyen la incorporación de nuevos talleres de pintura y soldadura, así como la construcción de una planta específica para el ensamblaje de baterías. Esta nueva infraestructura contará con apoyo financiero del gobierno checo, que ha comprometido incentivos públicos para consolidar la iniciativa.
La inversión tendrá un impacto significativo en la economía local. Está previsto que genere 245 nuevos empleos directos, reforzando la posición de Toyota como uno de los mayores empleadores de la región. Actualmente, la planta de Kolín emplea a más de 3.200 trabajadores y produce los modelos Aygo X y Yaris Hybrid, con una capacidad anual cercana a los 220.000 vehículos. Aproximadamente dos tercios de los componentes provienen de proveedores locales, lo que subraya la integración de la factoría en el tejido productivo checo.
Durante el acto de presentación, el primer ministro Petr Fiala destacó la relevancia de esta inversión para el futuro de la industria automotriz nacional, que representa alrededor del 10 % del PIB del país. Toyota, por su parte, recalcó que esta apuesta refleja su compromiso con la neutralidad climática en Europa, con el objetivo de alcanzar la descarbonización completa de sus operaciones en 2040.
El vehículo eléctrico que se fabricará en Kolín formará parte de la ofensiva de producto que Toyota prepara para Europa, con el lanzamiento de nueve modelos eléctricos previstos entre 2025 y 2026, tanto bajo la marca Toyota como Lexus. Aunque la compañía no ha confirmado oficialmente el modelo que se producirá en la planta checa, diversas fuentes del sector apuntan a que podría tratarse de un SUV compacto, cuya producción se iniciaría en torno a 2028.
Con este movimiento, Toyota no solo refuerza su estrategia multitecnológica, sino que también posiciona a la República Checa como un polo industrial clave en el futuro de la movilidad eléctrica en Europa.
