En la Cámara de Comercio Hispano-Checa, no solo facilitamos negocios. Conectamos pasiones. Construimos puentes. Y por eso, desde el principio, supimos que nuestro logo debía decir algo más sobre nosotros. No solo quienes somos, sino también cómo trabajamos y por qué y para qué lo hacemos.
A primera vista, el símbolo puede parecerse como un juego geométrico. Pero realmente presenta una idea clara: una cremallera que une dos lados. Cada ladrillo azul representa un elemento fuerte, preparado para construir algo más. Representa una empresa, una institución o solo una persona. Si los ladrillos se unieran, formarían un bloque sólido y fuerte, porque encajan perfectamente entre sí. Nuestra visión es la siguiente: República Checa y España, diferentes, pero al mismo tiempo complementarios. Y cuando se conectan, pueden formar algo fuerte y estable.
Este logo no solo representa solidez y estructura. Representa movimiento, desarrollo y cooperación. En un recordatorio visual de que, al igual que una cremallera, nuestro trabajo consiste en cerrar distancias y crear un conjunto coherente y útil. En cada evento, en cada misión, en cada encuentro cultural, lo que hacemos es acercar mundos a crear oportunidades compartidas.
Construyendo puentes
Conectando pasiones
Y precisamente esta es la idea que se refleja en nuestro logo.
